Ignacio Muñiz, como miembro de lo que fue la Plataforma Ciudadana Salvemos los Arrabales de Córdoba (y como miembro del colectivo Arqueología a Contracorriente) ha participado en las jornadas organizadas en la Casa Árabe de Córdoba, invitado por la Sociedad Española de Estudios Árabes para hablar de aquella Plataforma (en la que participaron con sus firmas más de 800 personas del ámbito académico y asociativo, además de particulares) que en 2011 denunciaron la destrucción de 1,5 millones de metros cuadrados de arrabales califales y emirales únicos en Europa.La exposición hizo un recorrido por esa destrucción, centrada sobre todo en la Ronda de Poniente y el Plan Parcial 07, a partir del trabajo desinteresado que llevó a cabo la Sección de Arqueología del sindicato CNT-Córdoba, que sirvió de base para el documento (de cerca de 1000 páginas) para la solicitud de incoación de Bien de Interés Cultural que esta Plataforma presentó en la Consejería de Cultura (también en 2011) con el ánimo de proteger los arrabales islámicos del occidente de la ciudad (solicitud que no tuvo respuesta por la Junta de Andalucía) con la ilusión de crear parques arqueológicos periurbanos a partir de la conservación al menos de una parte lo suficientemente significativa como para entender la tremenda urbe existente en Córdoba en época califal (tal vez un 10 por ciento de lo exhumado).
Esta tremenda destrucción (sólo se conservó el 0,5 por ciento y aún no están ni siquiera restaurados los restos y puestos en valor) dio continuidad a las destrucciones que se produjeron en el pasado siglo (sobre todo en los años 90) en esta ciudad, a pesar de una legislación amplia y suficiente: Ley de Patrimonio Histórico de Andalucía del 2007 y protección del patrimonio dentro del Plan General de Ordenación Urbana del Ayuntamiento que se desarrolló desde 2002.
El deficiente modelo de gestión, basado en liberar espacio para la construcción después de la investigación, fomentado por el Ayuntamiento a través del Convenio Universidad de Córdoba y Gerencia Municipal de Urbanismo, junto a la dejación de la Consejería, la dependencia de empresas de arqueología y técnicos de estos criterios, la apatía de gran parte de la sociedad cordobesa (que se conforma con tener hitos patrimoniales aislados), la concepción generalizada en la prensa local del patrimonio arqueológico cordobés como problema en sí mismo (y no como riqueza que genera problemas solucionables)…y cierta islamofobia, se llevó por delante el mayor yacimiento arqueológico de Europa, con arrabales urbanizados (urbanismo ortogonal con saneamientos en las calles), almunias, fondas, palacios, mezquitas…
El representante de ese Convenio en la Universidad, A. León, intervino a continuación en un tono muy agresivo y faltón (que tuvo que ser recriminado en varias ocasiones por el moderador de la mesa…incluso hasta llegar a cortarle el micrófono) intentando echar las culpas a la parte más débil de la cadena (los técnicos y trabajadores), sin ninguna autocrítica y, lo que es peor, desde una indolencia que no mostraba nigún lamento por la pérdida (algo sintomático y muy esclarecedor).
Además confundía reiteradamente la gestión del patrimonio con los exclusivos trabajos de investigación (cuando la gestión debe abarcar todos y cada uno de los aspectos del patrimonio pàra ser considerada una adecuada gestión: investigación, catalogación, conservación, musealización, dinamización) y cuando la investigación no fue lo que se criticó por parte de la Plataforma sino la falta de publicaciones suficientes (investigación que se llevaba y lleva a cabo por el esfuerzo personal, a deshoras y no remunerado, de tantos investigadores).
No obstante el representante del Convenio fue contestado, tan oportuna, contundente, como educadamente, por Muñiz dejando en evidencia su falta de coherencia y honestidad, y sobre todo dejando claro que con ese planteamiento reincidente no caben mejoras futuras en la gestión del patrimonio en esta bella y maltratada ciudad.
La mayor parte de la intervención leída de A. León fue un alegato a su trayectoria y una reacción a cierta crítica que se le realizó en su día por parte de la Sección Sindical, pero que no era el núcleo del trabajo en el que se basó la Plataforma Ciudadana (que era de lo que iba la charla). Esa base de la Plataforna para la solicitud de incoación de BIC fue el trabajo realizado por un colectivo no anónimo (aunque se firmaran los artículos en ANTIQUITAS como Sección) sobre la Ronda de Poniente, el Plan Parcial 07, otros planes parciales y Saqunda…y no sobre la idoneidad o no del trabajo de León, en lo que la Plataforma no entró.
Incluso la propia Sección Sindical en los artículos del ANTIQUITAS concluye: “Este Convenio GMU-UCO también tiene méritos, sobre todo si se piensa en la alta formación de sus técnicos y en la calidad del registro de la que gozan sus intervenciones. Pero documentar bien no es dar por finalizada la investigación, ni mucho menos conservar” ; “…trabajo generado por un amplísimo equipo, buen equipo de arqueólogos, sufragado con caudales públicos, al que se le hace difícil poder encontrar en las publicaciones la legítima compensación a tan arduo trabajo de campo”; “..hay que reconocer a los trabajadores de este Convenio un doble esfuerzo, puesto que aún en esta situación son capaces de aportar investigación, aunque a bajo ritmo. Algo que más tiene que ver con un trabajo y esfuerzo personal que con un proyecto serio de investigación con objetivos prefijados”.
(SECCIÓN SINDICAL DE ARQUEOLOGÍA CNT-CÓRDOBA “Una arqueología en precario I” ANTIQUITAS, 21, pag.266-268)
Referencias:
Artículo Córdoba una arqueología en precario (1)
Artículo Córdoba una arqueología en precario (2)
Solicitud de declaración de BIC Arrabales Occidentales de Córdoba
Firmas en apoyo a la declaración